Una vez terminados los procesos en las distintas salas, se llevan las plantas al invernadero 1, que es el lugar donde se realiza el enraizamiento. Esta moderna instalación cuenta con un sistema de climatización “cold-in,” que consiste en una pared húmeda, que actúa como un sistema de radiador y cuyos extractores succionan el aire que está en la pared haciendo ingresar el aire frío.

Diariamente se plantan 42 mil cultivos para lo cual, se montan en mesas donde la planta es trasladada del frasco a una bandeja que luego, dependiendo de la especie, será depositada en túneles donde una vez hecho el enraizamiento, se generarán las condiciones climáticas para su óptimo desarrollo.

El tiempo de permanencia entre especies varía. En el caso de los cerezos, pueden ser entre 10 y 12 días mientras que el avellano es más lento pudiendo estar cerca de un mes. 

El RESULTADO

Cumpliendo de forma rigurosa todos los procedimientos, se obtienen plantas que manifiestan una misma conducta en su formación lo que permite presenciar un huerto mucho más uniforme, tanto visual como productivamente reduciendo al máximo la posibilidad de tener árboles con producción dispareja. 

“Aquí lo que estamos cambiando es el sistema de propagación”, Roberto León.



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